DIY: buffet de chocolates rápido

En un mundo hipotético en el que odiase el DIY
En un mundo hipotético en el que tuviese mogollón de tiempo hubiese hecho una mesa de dulces como Dios manda
En un mundo hipotético en el que mi personalidad fuese otra y no me estaría liando la manta a la cabeza en todo momento...

Pero nada de eso pasó, mi cuñado daba una fiesta, cena en su casa y como él y yo somos los únicos que nos tomamos "ese algo dulce" (vamos una o dos onzas de chocolate después de comer) pues decidí llevar "ese algo dulce" pero sin complicarme mucho.

Lo bueno de este tipo de cenas es que en general la gente no es mucho de este tipo de detalles, así que cualquier cosa que hagas aunque sea así en 5 minutos queda bien e impresiona. Probablemente a las que paséis por aquí os parecezca bastante, como decirlo, poco trabajada pero creedme en ese mundo en el que la gente no lee blogs, no está todo el día dándole al troquel, no sabe ni de coña qué es una mesa dulce y por supuesto la blonda es algo súper antiguo y demodé que utiliza su madre o su abuela para las tartas, quedaréis como reinas en 5 minutos más los 15 minutos de compra.

Así que hoy una versión de nuestro buffet de chocolates, rápida y para cenas o fiestas y festejos.

Primero os váis a un súper en el que sepáis que hay mucha, pero mucha variedad de chocolates, necesitáis unos cuantos cubos, a poder ser todos iguales.

Con vuestros troqueles, (el redondo festoneado yo creo que es uno de los básicos), y con las mismas cajas de los chocolates recortáis la parte más característica de la caja, ni etiqueta molona ni nada, el cartón del propio chocolate, chocolate con menta, con trozos de naranja, de fresa, al punto de sal, blanco, con leche, 70% cacao, de trufa, la variedad es increíble así que lo que os apetezca complicaros la vida., lo pegáis por detrás a un palo de brocheta y listo!

Podéis completarla con algunas chuches incluidas unas guindillas picantes que a más de uno le hicieron pasar un mal rato.

Tiempo de elaboración 10 minutos, satisfacción de los comensales 10, ¿no es el equilibrio perfecto?